Ser, estar, hacer perfecto… ¿Sentiría Da Vinci la perfección observando su Gioconda o Eiffel observando su torre…?

Nos exigimos y nos ponemos un listón que, por sistema, nos resulta inalcanzable porque, ¿quién o qué decide que es “perfecto”? ¿Hay un juez externo –Universal- que puede decir que esa persona lo es? Tiene una belleza perfecta, una línea perfecta, un ajuste perfecto, un desempeño perfecto, etc, etc

¿Comparado con quién y… por cuanto tiempo?

La presión y la magnitud de la necesidad por lograr una meta imaginada, nos coloca en lugar de eterna vulnerabilidad ante los jueces, si, porque si no hay jueces ¿para qué o con quién me comparo o pongo el baremo de “perfecto”?

En ocasiones, ese juez vive con nosotros sin pagar el alquiler y nos enloquece en una carrera sin ganador y con multitud de pérdidas: autoestima, seguridad en uno mismo, voluntad, motivación, ansiedad, frustración. Mientras persiste una obsesión por conseguir un Premio idealizado o imaginado.

Entonces, ¿por qué valoramos tanto ese logro?

A menudo la respuesta está en la infancia de cada cual.

En nuestros clientes –y en nosotros mismos: terapeutas, coaches, psicólogos- encontramos esa lucha y esa búsqueda de la perfección como el reconocimiento, el premio que quizás añoramos o no tuvimos de la mirada orgullosa de papá / mamá que nos ve, que nos aprueba y no con un aprobado por los pelos, sino con una mención especial. Y entonces, por fin, nos sentimos mirados, aceptados, si, queridos y apreciados.

No importa que edad tengamos, no importa si esto nos ocurre con el jefe, con la pareja… lo que ese niño o niña que nos habita repite en sus patrones es llenar ese sentimiento que, tal vez, quedó quebrado o roto en su infancia y que aún, busca recuperar siendo “perfecto”, porque, si lo consigo, me van a querer y yo necesito ser querido.

Es sólo cuando tomamos conciencia, cuando miramos con honestidad y aceptamos esa emoción de profundo dolor escondido que aún habita en nuestro propio niño herido, que podemos empezar a valorar qué vamos a elegir ser o hacer a partir de ahora.

A veces es un paso muy duro, porque si todavía está ahí, cubiertas por tantas capas, es porque evitamos confrontar ese profundo dolor, el de abandono, inseguridad o rechazo. Sin embargo es ahora, desde el adulto que somos, con la experiencia acumulada, y eligiendo si buscar la perfección o, sencillamente, supernos para sacar nuestra mejor versión posible, por nuestro propio valor.

Y además, no soy ni de lejos perfecto/a, y lo mejor, me acepto así, sin dramas, viviendo liberado/a mi Verdad y mi derecho a equivocarme, no saber o meter la pata.

Y entonces, en lugar de ese temido y arrasador juez interno implacable, descubro otra realidad en mi interior más amable, más cercana y generadora de bienestar, y si, entonces me miro en el espejo y soy yo quien me acepto perfectamente imperfecta, me amo y me premio por ser yo ¡nada más y nada menos!

Si te sientes identificado/a y necesitas el apoyo de un profesional, adelante, es tu vida y sin duda, tu mereces tu elección y bienestar.

Los coach y los psicólogos SABEMOS que es así. TU TAMBIÉN puedes lograr tu mejor versión!

www.beapsicologacoach.com

#coaching #coach #motivacion #crecimientopersonal #desarrollopersonal #psicologia #psicologiaonline #amor #bienestar

Comparte