Esta mañana he leído un post de Startup360 sobre la importancia de atreverse en el emprendimiento.
Atreverse es un acto de valor, un echar hacia adelante, es pura acción y… qué nos pasa que nos da TANTO MIEDO.
Estamos ya en Octubre en Madrid, sí, hay cambio climático y la temperatura no corresponde, pero… ¿me atrevo a bañarme? el agua está helada, el cuerpo se me encoje y me tira hacia atrás, «nooo, no lo hagas, está fría, no puedes… no seras capaz de nadar...» y, otra vez, aparece esa vocecita, ese boicoteador interno que tan bien sabe manejar mis miedos… y mi mente duda. El pensamiento juega con mi juego de disfrute y diversión y me vuelve seria y reflexiva. «quizás me enfríe, quizás no sea bueno…».
Es esa voz que ya reconozco de mis atrevimientos, se disfraza de razón, se justifica, se hace valer para que la escuche y me impide salir de mis límites.
Y entonces surge ella, luminosa, llena de posibilidades, de alegría, LA VISIÓN del FUTURO. Mi IMAGINACIÓN me lleva al lugar donde estaré si me supero, si venzo mis limitaciones, mis temores, mis «no soy capaz»
Es el momento, ¡me lanzo!
Y entonces la disfruto. Hermosa, potente, maravillosa. Esa sensación de haberme superado, de hacer lo que no creía posible y ahí está, prueba superada. Y me siento fuerte, capaz, SuperBea. Puro coaching en acción.
Atreverse es un acto de valor, un echar hacia adelante, es pura acción y… qué nos pasa que nos da TANTO MIEDO.
Estamos ya en Octubre en Madrid, sí, hay cambio climático y la temperatura no corresponde, pero… ¿me atrevo a bañarme? el agua está helada, el cuerpo se me encoje y me tira hacia atrás, «nooo, no lo hagas, está fría, no puedes… no seras capaz de nadar...» y, otra vez, aparece esa vocecita, ese boicoteador interno que tan bien sabe manejar mis miedos… y mi mente duda. El pensamiento juega con mi juego de disfrute y diversión y me vuelve seria y reflexiva. «quizás me enfríe, quizás no sea bueno…».
Es esa voz que ya reconozco de mis atrevimientos, se disfraza de razón, se justifica, se hace valer para que la escuche y me impide salir de mis límites.
Y entonces surge ella, luminosa, llena de posibilidades, de alegría, LA VISIÓN del FUTURO. Mi IMAGINACIÓN me lleva al lugar donde estaré si me supero, si venzo mis limitaciones, mis temores, mis «no soy capaz»
Es el momento, ¡me lanzo!
Y entonces la disfruto. Hermosa, potente, maravillosa. Esa sensación de haberme superado, de hacer lo que no creía posible y ahí está, prueba superada. Y me siento fuerte, capaz, SuperBea. Puro coaching en acción.
Y a tí ¿Con qué rostro se muestra tu super-man/woman?